jueves, 9 de abril de 2015

La Sociologia Pública y su caracter dialógico

La sociología pública es dialógica porque “pone a la sociología en conversación con los públicos a la vez que trata investiga cómo se produce esa conversación. Esto supone una doble conversación”. (Burawoy, 2005, p. 204). Este tipo de actividad sociológica, Burawoy la divide en dos formas contrastantes: sociología pública tradicional y orgánica. La primera es más impersonal en el sentido que los públicos que se abordan son generalmente invisibles y pasivos porque no constituyen ninguna asociación o movimiento organizado. Con esto se refiere a la participación de sociólogos que escriben en las páginas de opinión de periódicos nacionales sobre asuntos de importancia pública. En este tipo de actividad, el sociólogo puede instigar debates entre los públicos, aunque no necesariamente quiera participar en ellos. Es una conversación artificial que tiende a un monólogo entre los expertos. Este tipo de sociología tiene una importancia en las sociedades actuales cuyos conceptos provenientes de la disciplina son asimilados en el discurso cotidiano de las personas. En Venezuela conceptos como “sociedad anómica” o “anomia” son utilizados con cierta frecuencia para expresar las inquietudes que se viven a diario en el país.

Burawoy está mucho más interesado en el segundo tipo de sociología la orgánica, porque implica un compromiso sostenido y profundo, y una identificación de los sociólogos con los valores y objetivos de los públicos seleccionados  (Nichols, 2011, p. 37). Esto es, sociólogos que trabajan en estrecha conexión con públicos. En palabras de Burawoy (2005):

“la mayoría de la sociología pública es de tipo orgánico- sociólogos que trabajan con movimientos laborales, con asociaciones vecinales, con comunidades de fe, con grupos a favor de los derechos de los inmigrantes, con organizaciones de derechos humanos….El reconocimiento de la sociología pública debe extenderse al tipo orgánico que suele mantenerse invisible, privado y separado de nuestras vidas profesionales...dar validez a este tipo de conexiones orgánicas es parte de nuestra vida sociológica”. (p. 204).
La sociología pública requiere el compromiso en campos de poder que están caracterizados por la dominación y la subordinación. Esto implica que el sociólogo debe tener su compromiso con los dominados, no sólo como activista social sino también trayendo consigo al campo, a la práctica sus conocimientos sociológicos. (Von Holdt, 2013) En este tipo de sociología se produce un diálogo entre el sociólogo y los públicos, a la vez que un proceso de mutua educación. Esta participación de los sociólogos ha logrado contribuir a alimentar el debate, consiguiendo impacto en la opinión pública, tanto en la forma de cómo se ve el mundo y cómo se actúa en consecuencia.

El líder de la sociología pública tradicional C. Wrigth Mills (1959)  recordaba que para los padres de la disciplina, la empresa académica y moral eran inseparables. Sin embargo, a diferencia del trabajo de los tiempos anteriores a la revolución académica hoy la sociología trabaja desde otro punto de vista, esto es desde la división del trabajo sociológico. (Burawoy 2005, p.205).

Esta división del trabajo sociológico, Burawoy la divide en cuatro formas estrechamente relacionadas: práctica, profesional, pública y crítica, siendo la profesional la base del modelo. Resumimos el modelo que propone Burawoy de la actividad sociológica en tanto que nos sirve para aclarar el ámbito de la sociología pública y sus interrelaciones con los otros tipos de sociologia.

En palabras de Burawoy (2005, p. 204.):  “La sociología pública es parte de una división más amplia del trabajo sociológico que también incluye a la sociología práctica, a la sociología profesional y a la sociología crítica.” Esto implica una cuádruple división del trabajo sociológico, con sus funciones, interrelaciones y patologías. La división del trabajo sociológico en cuatro tipos de conocimiento diferentes, no sólo plantea una diferenciación funcional de la sociología sino también cuatro perspectivas diferentes. Esta división surge de la articulación de dos dimensiones:

  • El tipo de conocimiento sociológico que se genera
  • A quién va dirigido ese conocimiento.

    BURAWOY, MICHAEL (2005) Por una sociología pública en Política y Sociedad Recuperado de: http://burawoy.berkeley.edu/PS/Translations/Spain/ASA.Spanish.pdf
    MILLS, CHARLES WRIGHT (1961) La Imaginación Sociológica México: Fondo de Cultura Económica.

miércoles, 8 de abril de 2015

La actividad sociológica: debates y transformaciones en la esfera pública

Los textos o discursos que se generan en la comunidad sociológica como resultado de debates, investigaciones, docencia, etc, y que por tanto, son parte de la esfera académica pueden ser capaces de generar debates y transformaciones en la esfera pública, y de llevar a la disciplina sociológica a un mayor compromiso no solo con la esfera académica sino también con la esfera pública. Por esfera de lo público entendemos siguiendo a Habermas (1973). un campo de la vida social en el que se forma la opinión pública. (p. 123).  La comunicación en la esfera de lo público necesita de medios de transmisión tales como: periódicos, revistas, radio y televisión. Esta esfera de lo público se constituye como una esfera mediadora entre sociedad y Estado, en la que se forma la opinión pública.

La capacidad de la sociología para generar debates y buscar transformaciones en la esfera pública, requiere que la sociología avance en un mayor compromiso con la vida pública con el fin de ayudar con la creación de la imaginación sociológica en la sociedad. (Jeffries et all, 2011, p.179.) Wright Mills (1959) en su escrito clásico considera que a través de esta imaginación los individuos pueden “comprender el escenario histórico de una forma más amplia en cuanto a su significado para su mundo interior y para la trayectoria de su vida exterior”. La gente comprende cómo su biografía individual está ligada a otras personas. Esto es que la imaginación sociológica puede influir en diferentes públicos para adquirir una comprensión de la dimensión histórica y social de su experiencia.

Para poder dirigirse a un público más amplio es necesario que la sociología se desarrolle a través de la participación pública y que no descarte ningún testimonio a priori. Esto no significa el aceptar de forma acrítica sus opiniones, sino más bien respetar sus conocimientos provenientes del sentido común, cuestionarlos y entrar en un diálogo abierto con él. Esto es posible lograrlo a través de la sociología pública que no sólo debe entenderse como la sabiduría sociológica accesible al público, sino como una práctica de formación de conocimiento, que puede tener grandes implicaciones para el desarrollo de la disciplina. (Von Holdt, 2003 p. 8) Estas implicaciones vienen dadas por la construcción del trabajo sociológico dialógicamente. Basándose en la noción de Habermas de acción comunicativa, Burawoy (2005).caracteriza a la sociología pública como dialógica: “la sociología pública...entabla una relación dialógica entre el sociólogo y el público en la que cada parte pone su agenda sobre la mesa y trata de ajustarla a la del otro…. la discusión suele implicar valores o metas que no son compartidos automáticamente” (p. 204).

Lo que se busca es un diálogo, un proceso de educación mutuo. Las relaciones dialógicas que se dan en un acto comunicativo pueden ser vistas a través del siguiente ejemplo:

“En el año 2004 se celebró una jornada de los Programas Marco de Investigación Europea, un profesor de alto nivel académico y científico, explicaba su concepto de mestizaje: “Como resultado de la inmigración árabe en Francia, emergen identidades mestizas,personas que son 50% francesas y 50% argelinas”. Una mujer sin ninguna posición académica intervino: “No soy 50% francesa y 50% gitana, soy 100% francesa, tengo los mismos derechos y obligaciones que toda persona francesa y también soy 100% gitana”. El profesor le respondió dialógicamente: “nunca hemos considerado ese argumento, tenemos que replantearnos nuestro concepto de mestizaje”. (Soler & Flecha, 2010, p. 364).

La apuesta por el diálogo tiene que ver con intentar ampliar la comunidad, dar cabida al mayor número de voces sobre un asunto determinado. De esta forma, la epistemología de una ciencia dialógica tiene que ver con “una apertura democrática en lo ético”. (Seoane, 2011 p. 142).

Bibliografia
FOUCAULT, MICHEL (1968) Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas. Buenos Aires: Siglo XXI Editores S.A.
JEFFRIES VICENT, et all (2011) Recapturing the Sociological Imagination: The Challenge for Public Sociology en Handbook of Public Sociology Maryland Rowman & Littlefiled Publishers, inc.
HABERMAS, JURGEN (1973) La Esfera de lo Público. Traducido al español por Francisco Galvan Diaz. Recuperado de: http://blogs.enap.unam.mx/asignatura/alejandro_valenzuela/wp-content/uploads/2012/02/LA-ESFERA-DE-LO-PUBLICO_HABERMAS.pdf
SEOANE, JAVIER (2008) Hacia una ética dialógica de (y desde) la ciencia social Publicado en Revista venezolana de economía y ciencias sociales, No. 2, Universidad Central de Venezuela, Caracas.
VON HOLDT, KARL (2013) De la Sociología Pública a la Sociología Crítica y de vuelta: los ciclos del activismo sociológico. Recuperado de:


miércoles, 25 de marzo de 2015

Los Riesgos de la Sociología Pública

El ejercicio de la Sociología Pública significa un compromiso moral y político. Es la actividad profesional que implica un proyecto políticamente comprometido, que exige resolución, esfuerzo y además cierto riesgo profesional. Los riesgos están relacionados con el hecho que el desarrollo de la sociología pública supone entrar “en un universo discursivo formado por redes de medios de comunicación globalizados y dominados por agrupaciones corporativas” (Stacey, 2008 p. 20) o por la intervención de algunas instituciones del Estado. Esto ya ha sido previsto por Burawoy ya que para él la sociología pública es dialógica precisamente porque toma en cuenta en sus escritos e investigaciones la posición de la audiencia pública. Lo que significa escuchar sus voces, reconociendo y aceptando los términos y convenciones de los debates públicos proporcionando un marco para continuar con la conversación. (Jeffries et all, 2011, p. 163).

Ampliar el público al cual los sociólogos se dirigen de un público académico a uno extra-académico, significa que los sociólogos podrían verse implicados en repetir algunas representaciones de ciertos descubrimientos de las ciencias sociales que a menudo se basan en afirmaciones estadísticas engañosas. En segundo lugar, cuando los sociólogos logran dirigirse a públicos amplios y expresar discursos sociológicos críticos se corre el riesgo de reforzar ciertos marcos epistemológicos contrarios a una postura sociológica crítica. Por consiguiente, siguiendo a Stacey (2008) “el ejercicio de la sociología pública, con independencia de la meta que uno persigue, acaba por reforzar la epistemología positivista”. (p. 21). Esto es porque al ejercer la sociología en el ámbito público se debe acceder a jugar en el campo del equipo contrario según sus reglas, ya que se escapa de las manos del sociólogo “enmarcar las preguntas que se les van a plantear, escoger los temas para los que se busca su opinión de expertos, o decidir cual es el formato de los que se considera una respuesta admisible”. (idem).

Y es que esta epistemología positivista quizás esté constituida en nuestra sociedad como un discurso verdadero, una voluntad de verdad en el sentido que le da Foucault (1992) a la frase, creando cierta presión sobre los otros discursos: “(...) la literatura occidental ha tenido que buscar apoyo desde hace siglos sobre lo natural, lo verosímil, (...) y también sobre la ciencia - en resumen sobre el discurso verdadero.” (p. 11).

Robert Castel afirma sobre la mediatización del conocimiento sociológico: “Un trabajo riguroso de investigación contribuye a alimentar el debate público, así fuere al precio de las simplificaciones, y hasta las deformaciones … No porque pretenda cambiar el mundo. Pero tal vez de ese modo pueda dar algunos elementos para interpretarlo”. (Castel, 2006, p. 92).

A pesar de estos riesgos Judith Stacey considera que vale la pena “hacer público nuestro trabajo con un nivel extraordinario de reflexión, precaución y sofisticación semiótica y retórica. Debemos ser prudentes con lo que deseamos, pero no tanto como para acabar cediendo la sociología pública a voces expresamente antifeministas y reaccionarias.” (ídem p. 33)

Fuentes Bibliográficas:

  • STACEY, JUDITH. (2008). Algunas advertencias sobre la práctica de la sociología feminista en la escena pública. EMPIRIA. Revista de Metodología de las Ciencias Sociales, (15) 19-36. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=297124045001
  • CASTELL, ROBERT (2006) Comunicación y Poder Alianza Editorial Disponible: http://craig.com.ar/biblioteca/1/Comunicacion%20y%20Poder.pdf
  • JEFFRIES VICENT, et all (2011) Recapturing the Sociological Imagination: The Challenge for Public Sociology en Handbook of Public Sociology Maryland Rowman & Littlefiled Publishers, inc.